Me destrozaron el cabello en la peluquería: 1 año después

ESTE POST HA SIDO ACTUALIZADO EL agosto 1st, 2019 A LAS 06:20 pm

Quiero empezar este post diciendo: No escatiméis en gastos si queréis tener el cabello rubio platino. ¿Por qué empiezo así? Porque el post de “Me destrozaron el cabello en la peluquería” ha cumplido un año y un mes (¡Feliz cumple!) Y tiene más de ¡25 mil visitas! ¿Sabéis como me duele el corazón de pensar en 25.000 almas con el cabello destrozado como el mío? No, no lo puedo permitir, por favor compartid este post en facebook, Instagram, Twitter, por señales de humo, en whatsapp, etc con toda aquella amiga que pretenda ser Kathryn Winnick sin dejarse una pasta, porque pueden suceder desgracias.

Ahora, después del emotivo discurso/advertencia/consejo del párrafo anterior, procedo. Creo que no hace falta hablar mucho sobre lo que me pasó porque tanto en mi Instagram como por aquí os he comentado un poco del drama. Un día antes de Navidad, me fui a la peluquería de siempre (que forma parte de una cadena), decidí hacerme más rubia ceniza y salí trasquilada -literalmente- con un cabello chamuscado, muerto, deshecho. Para todos los detalles podéis pasaros por el post para cotillear y ver el estropicio (Si no lo habéis hecho ya).

El caso, al ser uno de los post más leídos del blog, además del que más recibo preguntas por mail y privados en Instagram, tenía que contar todo por lo que he pasado en los últimos 365 días (y algo más) así que, me dejo de introducciones y os cuento con algunas fotillos cómo ha “evolucionado” mi cabello tras la decoloración fallida en estos meses.

Enero

Vale, como os explico que por aquí seguía yo, llorando por los rincones. Todavía no me podía creer que mi cabello, que había estado bastante más largo que nunca en la vida desde que tengo 13 años, ya no era lo que había sido. A ver, no era la melena más perfecta del mundo, pero al menos era suave, se podía peinar y si no me aplicaba acondicionador no pasaba nada.

Tenía días usando religiosamente champú, acondicionador y mascarilla al menos 2 veces por semana y estaba hastiada de tanto cuidado capilar. Estaba regular y con un “long bob” bonito pero gracias a un tratamiento de botox que me hizo la chica que me arregló el cabello, de resto era todo una mentira. Estuve como una semana sin lavarlo (fue lo que me recomendaron) y vi la dura realidad… cabello súper seco y apariencia de escoba. Me daba bastante igual el consejo de lavarlo cada tanto, así que lo lavaba cuando lo requería, porque el cabello dañado y sucio, ya me diréis. A finales de mes fui a Milán y estaba “maravillosa” con el estropajo que tenía por cabello….Estaba tan destrozado cada vez que lo veía, que sufría. Comencé a leer artículos sobre cabello quemado con decoloración y la única salvación era cortar. No tenía esperanzas. ¡Que guay! :C

Febrero

Seguro algunas conocéis las reflexiones de influencer jajajaja mi programa de Instagram (Que hace tiempo que no hago, pero las influencers son súper sosas y no tienen remedio) pues la famosa intro nació en este mes. Creo que estaba inspirada haciendo tonterías para no pensar en mi pobre pelito. por eso me veíais feliz aunque la procesión va por dentro (#DramaQueen) Aquí hubo corte de cabello. Ligero, pero lo hubo.

También fui a un concierto de Metallica con mi marido y en la foto podéis ver (aunque la calidad da un poco de asco) las formas extrañas que adquiría. Tenía vida, aunque estaba muerto, mi pelo era una especie de zombie. Por supuestísimo mi cabello tenía la prohibición de acercarse a ninguna fuente de calor pero de verdad era imposible. El aspecto del cabello era lo suficientemente feo como para no plancharlo. Ya que estaba muerto… Usaba un protector de calor y trataba de que el “peinado” durara al menos 2 días, para no tener que plancharlo a cada momento. Fines de semana eran de descanso para mi pelo zombie y para mi. Eso sí, era invierno y no usaba secador con aire caliente. Imaginaos, yo usando el secador con aire frío por una hora de mi vida (a veces hacía trampa y usaba el aire caliente, sino me iba a secar allí a la espera de que el cabello dejara de mojar).  PD: El concierto de Metallica fue de los mejores a los que he ido en mi vida.

Marzo

En Marzo, Raisa abrió su estudio de maquillaje en Madrid y estaba muy entusiasmada con que compartiera su conocimiento con el mundo (Empezando por mi) Me hizo unas cuantas fotos y…odiaba mi cabello. Justamente ese día era el segundo día de cabello “limpio” y claro, el estropajo estaba on fire. Podéis ver que preciosas puntas SECAS. Es que por más aceite de coco, aceite de argán, aceite de las colinas del sahara en invierno que usara, siempre estaba seco. Mejoraba un poco la apariencia recién limpio y con una buena capa de siliconas y plancha, pero a las horas, big plofff… Me estaba comenzando a desesperar.

Viajé también a Valencia. Combinación de agua de mar y viento, no mola. El tacto áspero del cabello aún me queda en la memoria cuando se conjuga con la humedad.

Abril

Concierto (de nuevo, pero bueno, haciendo esto no me quejo de mi vida, jajajaja debería hacerlo todos los años) de imagine Dragons con mi amigo Fito. Ya os dije que los findes el cabello a lo loco y sin calor, pues, esto es lo que hay. Además a un concierto no se va tan perfecta y menos si es uno de Rock.

A mediados de mes decidí teñirme el cabello castaño oscuro porque – aunque es otra de las cosas que tenía prohibidas – pensé que si seguía con el ¿rubio? me iba a seguir viendo el cabello muy mal. Así que con mi par de ovarios y esperando lo peor, me teñí y me hice morena como cuando mi madre me trajo al mundo. El cabello tenía ya otra textura y se veía mucho mejor en vivo y en directo; también en fotos. No era mi tono cien por cien (era un poco más cenizo) pero estaba y se veía guay…el problema vino después.

Mayo

15 días me duró el moreno saludable porque el tinte comenzó a caerse y quedó ese maravilloso rojizo pesadilla…Volvimos a viajar, esta vez a Córdoba y como en los findes, durante los viajes el tema calor también queda suspendido. Os muestro fotos con el cabello “al natural” que aunque no se ve tan horroroso como en enero sí que destaca el rojizo (tiene filtro para que se note más).

Si os fijáis, también tengo el cabello un poco más corto. Leí que el cabello estaba muerto después de una decoloración fallida, así que yo, persona que casi nunca se corta el pelo decidí al menos cada 2 o 3 meses ir cortando cada tanto y evitar esa aglomeración de cabello zombie. También me saqué el DNI y hasta allí se notan mi puntas chamuscadas. (#FirstWorldProblems) A finales de mes ya se notaba el tono naranja…

Junio

En este punto ya había dejado el protector de calor y la mascarilla reconstructora de Sebastian (se acabó). Mi decisión en Agosto era la razón. Eso y seguir cortando. Antes de viajar a Canarias a visitar a mi familia, volví a cortarme el cabello y veía lo sano que estaba creciendo el de mi raíz. En contraste con las puntas era maravilloso pelito brillante y suave. Así que lo dejé estar. Ya planchaba si lo necesitaba, a veces lo hacía toda la semana o en ocasiones pasaba directamente de usar calor.

Fuí a la playa, varias veces a la piscina y debo decir que este mes me descuidé, sin embargo, con el temor de que pudiera ir a peor, me aplicaba protector solar para cabello con el que fue bastante bien. En mi línea volví a cortar a final de mes (mala idea…ya os diré por qué) y aunque siempre he odiado el cabello corto, pues no me veía tan mal. Lo bueno de tener el cabello como un Cristo es que tienes mucho volumen (JA!) así que “lucía” bien.

Julio

Nos fuimos al orgullo y luego a Málaga. Más sol y más agua salada. Vamos, protector solar capilar y a lo mío que la vida es sólo una y hay que disfrutarla. También había hecho planes para  Ibiza aunque no se dió (gracias Ryanair por cancelar mi vuelo). Pero no me vais a decir que le he dado caña a mi cabello. Este mes recuerdo que  sí que volví a mi rutina de mascarillas, aceites...Porque, aunque me había dado un poco por vencida, las condiciones climáticas estaban haciendo mella en mi melena.

También me fui a Barcelona de incógnito (Sí, más playa) y a turistear por Chinchón. Me he dado cuenta que mi cabello quedó un poco pasmado después del corte de Junio, no crece mucho… Ya con los tratamientos está más suave pero a la vista sigue viéndose regulín.

Agosto

jajaajaj creo que este 2018 estuve más de viaje que cuidando mi cabello. Como lo de ibiza no salió, aprovechamos un chollo y nos fuimos a descubrir Luxemburgo. Mi cabello en lo mismo. No he cortado, hay uso de plancha, pero ya descansa un poco de la sal y del sol de la costa.

El gran momento llega cuando decido antes de mi cumpleaños hacerme (¿Quién hace que yo tome estas decisiones de M*#*da? God, Can you hear me?) TACHÁAAAAAN! Un alisado japonés. Un día me harté – aunque ya tenía meses pensándolo – me fuí a una peluquería CHINA (jajajaajjaajajajaja), el alisado era barato (¿Veis? decisiones de mierda. No haciendo caso de mi consejo del inicio de este post) y estuve 4 horas sentada allí mientras un adorable asiático vertía químicos en mi pelo. ¿Pensé que iba a quedarme pelona/calva? Sí. ¿Pensé en que mi vida de beauty blogger se iría a la mierda? Sí ¿Salió mal? No sé, pero a este pelo con su corte le llamamos amorosamente el “Cristóbal Colón” jajajaja

Septiembre

Viviendo con el peinado “Cristóbal Colón” debía decir que EVIDENTEMENTE volví a pasar por las tijeras. Por eso era mala idea el último corte antes de Junio, ya hubiera crecido lo suficiente para cortar lo dañado y dejarme con un largo decente, pero bueno…. al menos he descubierto América en esta travesía. El alisado de 10. De hecho pensé que pasarían muchas cosas malas, pero nunca hay que dudar del proceder de un asiático; no sólo tienen sabiduría, sino buenos precios y son inteligentes 😉 Como el cabello de las puntas quedó muuuuy dañado,  el amable peluquero me preguntó si podía seguir cortando y yo salvaje, decidida, altanera, preciosa, orgullosa le dije que sí.

Este pelo me hacía (hace) ver la cabeza como si fuera un chupa chups. Es el precio a pagar para olvidarte del calor: secador y plancha. No toqué ni la plancha ni el secador hasta hace un mes (En enero). Este alisado me hizo plantearme si yo verdaderamente hacía la sinapsis porque terminé odiándolo al no tener nada de volumen (algo a lo que estaba acostumbrada de plano). En fin, os aseguro que no ha sido nada fácil sobrellevar este año con este cabello.

Octubre

Ya he aprendido a quedarme quieta y a aceptar mi destino como Lord Farquad (Bueno, eso viene un poco después). La parte guay de tener el cabello liso como una asiática es que no tienes que peinarte, sea como sea siempre estará como una tabla y te acostumbras a esto muy rápido. Pero me sigue hartando un poco, al menos no tengo el frizz que experimentaba con el cabello en su estado natural (muerto) pero bueno las posibilidades de peinado con el cabello tal que así son bastante reducidas.

De todos modos Octubre fue un mes ajetreado e hice muchas cosas que evitaron que centrara demasiado mi atención en el pelo.

Noviembre

Con el fin de octubre me di cuenta que todavía tenía restos de tinte. De verdad, la decoloración no se va jamás PENSAD BIEN EN HACEROS ESTAS COSAS. En mayúsculas y con gritos desesperados de amiga preocupada; fijáos,  es Noviembre y sigue la pesadilla de la decoloración desastre. Decido nuevamente aplicar tinte para oscurecer porque estoy harta de la gama de colores rojizos que se dibujan en mi pelo. A este paso me voy a volver gótica y se acabó. ¿Eso de que si tiñes de negro y te olvidas de volver a darle vida y color a tu cabello? No me importa, sólo quiero que esté uniforme y olvidarme de que el 23 de Diciembre de 2017 se me ocurrió la genial idea de hacerme más rubia.

Diciembre

¿Adivinad qué? Pues de los mismos creadores de “Una serie de catastróficas desdichas” llega “Katherine y su tijera de la muerte”. Sí, esa soy yo. He decidido cortarme el flequillo y ser oficialmente Lord Farquad (os pongo foto por si no le conocéis):

¿Por qué a las mujeres nos gusta sufrir? ¿Es alguna especie de mutación? ¿Y por qué estamos tan obsesionadas con cambiar? En serio, no me canso, pero según encuesta, muchas de vosotras estáis igual que yo; es llegar diciembre o una fecha importante y decidir cortarse el flequillo o hacerse algo que en el 80% de los casos termina en estropicio. Sí, definitivamente debe ser un cromosoma extra o un don. El caso, me lo he cortado y ahí va mi consejo: si tenéis el pelo más tieso que las piedras de la muralla china NO LO HAGÁIS porque luce como lo tengo en la foto.

Al menos estoy contenta con la tonalidad, y la textura que tiene porque he resuelto dejar fluir esta situación y no cuidarme el alisado para que el cabello tenga un poco más de volumen. Eso lo consigo con un poco de champú en seco y usar productos en la ducha que tengan sulfatos (lo que recomiendan es lo contrario) porque no me interesa mantener el alisado. En teoría sólo dura un año, así que en agosto de 2019 ya os diré como acaba esta aventura. Decido cortármelo otro poco en la peluquería  y usar tratamiento de hidratación. Como os dije en el primer post, tenía un bono de varias hidrataciones durante el año. Cada vez que os dije que iba a cortármelo, me hice una hidratación. Las hidrataciones duran lo que dura el cabello limpio, no gastéis dinero en eso..

Enero 2019

Este último mes ya siento mi cabello diferente. Ya os digo que no considero que esté 100 por ciento saludable, porque mentiría. He sometido a mi pelo a muchos procesos químicos que no tendría que haber hecho, pero es lo que tiene estar desesperada por recuperarlo en el menor tiempo posible. Error. Para estas cosas necesitas mucha paciencia y pensar que necesitarás tiempo y cuidados para volver a lo que era. Ya no tengo el cabello tan liso como antes, sigue manteniendo la textura (fino) que tenía cuando me lo alisé con el beneficio de comenzar a tener algo más de volumen, de modo que no enmarque mi cara redonda

Mis puntas siguen algo secas y mi raíz tiene brillo aunque por el frío y la época he desarrollado caspa que me está molestando desde finales de Octubre. Para ello la peluquera me recomendó un kit de Nioxin que podéis encontrar en varias peluquerías. A pesar de eso, creo que estoy contenta de empezar el año con este cabello. Justo acabo de hacer una encuesta para saber si vuelvo a quedarme con el flequillo y creo que paso, dejaré que la naturaleza haga lo suyo y yo me entregaré.

A pesar de todo me encuentro satisfecha con lo que al final he conseguido. A mitad de año ya sabía que esto no sería fácil de recuperar pero tampoco es el fin del mundo (aunque yo lo vea muchas veces así, sabemos que no es lo peor que nos puede pasar) incluso me plantee la idea de hacer un Britney 2007, pero ya sería lo más drástico que habría hecho en la vida y sinceramente no lo vale. ¡Ánimo!

Lista de productos que he usado todo este tiempo:

 

Champú, Acondicionador y mascarilla de Living Proof: Enlace champú, Enlace acondicionador, Enlace mascarilla

Champú y acondicionador de Alterna Enlace champú, Enlace acondicionador,

Champú y acondicionador de Moroccan Oil Enlace champú, Enlace acondicionador,

Champú y acondicionador de Nioxin Enlace champú y acondicionador

Champú de papaya de Garnier Enlace champú

Champú de cebolla Enlace champú

Champú de keratina de OGX Enlace champú

 

Mascarilla Nutritiva Kerastase Enlace mascarilla

Mascarilla Inner Restore Intensif Senscience Enlace mascarilla

Mascarilla Penetraitt Sebastian Enlace mascarilla

Mascarilla Brazilian keratin de Novex Enlace mascarilla

Mascarilla verde Olive Love de Valquer Enlace mascarilla

 

Protector de calor Schwarzkopf   Enlace Aceite

Protector de calor Frank Provost   Enlace Aceite

Aceite milagroso Garnier Enlace Aceite

Aceite de argan The Ordinary  Enlace Aceite

Aceite de argan Moroccan Oil  Enlace Aceite

Aceite de semilla de Pepita de uva Salerm Enlace Aceite

Aceite de Amika The Wizard Enlace Aceite

Aceite de coco  Enlace Aceite

Protector solar de cabello Rene Furterer Enlace Aceite

Rutina actual:

Champú de vitaminas de OGX Enlace champú

Acondicionador de Living Proof Enlace acondicionador

Mascarilla de Moroccan Oil Enlace mascarilla

Aceite de argan Moroccan Oil  Enlace Aceite

Aceite de Amika The Wizard Enlace Aceite

 

Cómo veis es peor ahorrar unos euros para lograr ese añorado rubio que buscar y pagar a un buen profesional. Lo que he gastado en mascarillas, champús, ampollas capilares, aceites para cabello dañado puede llegar a alcanzar más de 500€ (Sumad las idas a la peluquería para cortar el cabello, más tratamientos adicionales). Por eso yo, desde mi experiencia, si no quieres que te suceda lo mismo, te aconsejo que sólo decolores tu cabello con verdaderos profesionales, que tengan referencias y si es caro sólo fíjate en la lista anterior de productos y en mi año capilar, piénsalo. Es eso o te quedas morena. Las californianas no están mal e incluso puedes hacértelas en casa sin problema.

Cuando nuevamente tenga valor para experimentar con mi pelo, prometo algún post de californianas en casa, porque me las hice mucho tiempo sin inconveniente.. de hecho, podéis mirar mi post sobre cómo matizar el cabello porque el mantenimiento es muy simple. Para no seguir haciendo más largo este post, tengo planeado hacer otro más detallado, sobre lo que vale la pena y lo que no, sólo con los productos que he usado para recuperar el cabello y que he colocado más arriba.

¿Queréis que os dé más detalles de los productos usados en otro post? ¿Que os llama más la atención de todo este año de #cabelloquemado?